UN DAY 2023 Inauguración "50 años, solidaridad que tejió esperanza Chile"
Palabras de la Coordinadora Residente de Naciones Unidas en Chile, en el Día de las Naciones Unidas.
Hoy, es un día especial para nosotros como Naciones Unidas. Conmemoramos los 78 años desde la entrada en vigor de la Carta de San Francisco que nos funda, luego del fin de la segunda Guerra Mundial.
La ONU surge en base a 3 propósitos:
Mantener la paz y la seguridad internacional.
Desarrollar relaciones de amistad entre las naciones.
Fomentar el progreso social, la mejora de las condiciones de vida y el respeto a los derechos humanos.
Objetivos que deben respetar 5 principios clave:
La soberanía de los Estados.
El no uso de la fuerza.
La autonomía de los pueblos.
La igualdad de derechos entre los Estados.
El respeto a los derechos humanos.
La Carta de las Naciones Unidas es un documento fundamental del derecho internacional, y es lo que nos marca el camino.
Es por lo que trabajamos con todas nuestras fuerzas para lograr un alto el fuego humanitario en Palestina e Israel. Como ha dicho el Secretario General, António Guterres: sólo a través del esfuerzo colectivo lograremos entregar la ayuda humanitaria necesaria en Gaza, la liberación de los rehenes de Hamás y el fin al derramamiento de sangre... Sin perder de vista, la única base realista para una paz y una estabilidad verdaderas: una solución de dos Estados.
Las Naciones Unidas son un reflejo del mundo tal y como es, y una aspiración al mundo que sabemos que puede ser.
Es nuestra responsabilidad contribuir a crear ese mundo de paz, desarrollo sostenible y derechos humanos para todos y todas. Teniendo la suficiente flexibilidad para hacer frente a desafíos como los ya mencionados y a aquellos que no existían hace 78 años: como la crisis climática que supone un peligro existencial hasta los riesgos y la promesa que encierra la inteligencia artificial.
Chile es parte de las Naciones Unidas desde su creación en 1945, y ha sido un actor relevante durante todos estos años. La diplomacia chilena fue parte de la redacción de la Carta de las Naciones Unidas, de la Declaración de los Derechos Humanos hace 75 años – mención especial para Hernán Santa Cruz, que fue clave en dicho momento-. De ahí en más, Chile ha estado presente en múltiples instancias de gran relevancia para el país y el mundo. El año pasado fue electo como miembro del Consejo de Derechos Humanos y, hasta julio de 2024, preside el Consejo Económico y Social (ECOSOC).
Este aniversario del día las Naciones Unidas es especial pues coincide con la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, que marcó el inicio de 17 años de dictadura y violaciones sistemáticas a los derechos humanos en Chile, que incluyeron la tortura, la desaparición forzada y el asesinato.
Según las cifras oficiales de las tres comisiones de verdad que se han constituido desde el regreso de la democracia:
Cerca de mil centros de detención y tortura funcionaron a lo largo del país.
Al menos 38.254 personas fueron víctimas de tortura.
956 niños y niñas menores de 18 años fueron víctimas de tortura.
15 mujeres embarazadas fueron asesinadas antes de que sus hijos pudieran nacer.
102 niños y niñas estuvieron en prisión junto a sus padres, o nacieron en prisión.
Más de 2.000 personas fueron asesinadas, entre ellos, 307 eran menores de 20 años.
Más de 1.100 personas siguen detenidas desaparecidas...
El aniversario de este trágico evento es una oportunidad para recordar a las víctimas y renovar nuestro compromiso con la construcción de sociedades justas y equitativas para todos.
A 50 años del golpe de Estado, como ONU Chile, buscamos relevar la solidaridad y el trabajo conjunto del Sistema de las Naciones Unidas, la sociedad civil y la comunidad internacional, por el respeto a los derechos humanos y la recuperación de la democracia en el país. La exposición que hoy inauguramos muestra parte de esas redes que tejieron esperanza.
El 11 de septiembre de 1973, 8 agencias de la ONU trabajaban en Chile, las que se activaron de manera inmediata cuando se generó el bombardeo a La Moneda y comenzó la violencia sistemática del régimen militar.
El Sistema de las Naciones Unidas en Chile y a nivel global, las embajadas, las organizaciones de la sociedad civil y las víctimas y sus familias comenzaron a coordinarse para apoyar a quienes estaban en riesgo.
El 6 de noviembre de 1974 la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó la resolución condenatoria contra Chile. El documento consigna: el arresto arbitrario, la tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes a detenidos y presos políticos, detención de personas sin acusación y encarcelamiento por motivos políticos.
Parte de esa historia es la que podrán revisitar en la exposición “50 años, solidaridad que tejió esperanza; Chile y el Sistema de las Naciones Unidas en dictadura”.
No quiero hacer “spoiler” de lo que verán en breve, pero no puedo dejar de mencionar la labor de la OIT, que realizó una primera denuncia de lo que estaba ocurriendo a una semana del golpe. Lo audaz de Belela Herrera, que transportó a cientos de personas en su Fiat 600 para asegurarles protección... a Roberto Kozak, que no cesó en la búsqueda de nuevos hogares fuera del país a innumerables familias.
Según cifras de ACNUR; 73 mil personas chilenas obtuvieron el estatus de refugiada en otros países.
Agradezco a las instituciones que se sumaron a esta iniciativa sin dudarlo. Al Ministerio de Relaciones Exteriores y al Museo de la Memoria. A las y los fotógrafos e instituciones que nos autorizaron a sumar sus archivos. A Metro por recibirnos en su casa y apoyarnos en la realización de este evento. Al Cuarteto de Cuerdas de FOJI, por acompañarnos con tan hermosa interpretación musical.
Gracias, profundas gracias, a Vicky Bown, Eugenio López, Anita Altamirano, Marcel Young, Flor Lorca y Luis Salinas, que aceptaron entregarnos sus testimonios y darnos acceso a sus archivos.
Agradezco a Juan Eduardo Chakiel, quien se contactó con nosotros para contarnos la historia de su padre Juan, funcionario de PNUD que en octubre de 1973 respondió a una petición de la sede la ONU para brindar apoyo al trabajo del Alto Comisionado para los Refugiados. Los documentos que reflejan la organización internacional para apoyar a quienes estaban en dificultades y la voluntad personal y de la organización por ser una fuente real de esperanza, no alcanzaron a ser parte de esta muestra. Pero, la familia ha decidido donarlos al Museo de la Memoria.
No puedo terminar estas palabras sin mencionar a nuestras víctimas. A quienes eran parte de la ONU en Chile y a quienes no pudimos proteger:
Fernando Olivares Mori, quien, a sus 27 años, hace justo 50, fue detenido y desaparecido.
Jorge Ríos Dalenz, estudiante de Flacso, que en septiembre de 1973, con 32 años, fue detenido, torturado y asesinado.
Jorge Ignacio Soto, también estudiante de Flacso, detenido, torturado y encontrado sin vida en septiembre de 1973, a sus 28 años.
Carmelo Soria, diplomático español, representante de la CEPAL, activo defensor de los derechos humanos, que fue secuestrado y torturado hasta su muerte...
Horroroso crimen que hace pocas semanas, a 47 años de haberse cometido, y gracias a la persistencia de la familia, del gobierno español y de la ONU, ha obtenido una sentencia condenatoria...
La solidaridad internacional fue y sigue siendo fundamental para la protección de los derechos humanos y la consolidación de las democracias: La solidaridad de los países de acogida fue la esperanza de chilenas y chilenos; niños, niñas, mujeres y hombres durante el exilio. Esa misma esperanza hoy llevan consigo los cien millones de personas refugiadas en el mundo entero que buscan protección internacional en países diversos a los de origen.
Esta exposición, esta reflexión no sólo se trata de una mirada sobre el pasado, sino también del presente y el futuro.
Porque el porvenir de un país no puede construirse sobre el olvido, sino en la comprensión profunda de su historia, de la razón de ser de la democracia y el respeto de los derechos humanos. Reflexionando y reconociendo su pasado, los países podrán elegir un futuro libre de los errores del pasado.
Ese es el objetivo de esta exposición y de montarla en un lugar tan importante y cotidiano para miles de personas, como es el Metro. Es una invitación a mirar, escuchar y abrir conversación. Una invitación a recuperar, a conectarse con la historia reciente de Chile, con la memoria... con la relevancia de la democracia, con la necesidad del respeto irrestricto - sin contexto, sin excusas- a los DD.HH., ayer y hoy, en Chile y el mundo entero.
Citando al Secretario General, en este Día de las Naciones Unidas, comprometámonos con esperanza y determinación a construir el mundo mejor al que aspiramos. Comprometámonos con un futuro que haga honor al nombre de nuestra indispensable organización.
Somos un mundo dividido. Podemos y debemos ser naciones unidas. Muchas gracias.