Valentina Muñoz, defensora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: “Los ODS nos pertenecen a todas las personas”

Designada como SDG Advocate por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, es la primera mujer en América Latina con este reconocimiento.
A sus 19 años ha sido pionera en diversos ámbitos relacionados con el mundo digital y la promoción de la participación de las niñas en la construcción de la primera política de Inteligencia Artificial de Chile. Programadora desde los doce, en septiembre del 2021, fue nombrada como una de las/los dieciséis Defensores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG Advocate) en el mundo, entre los que se encuentran el Premio Nobel de la Paz Kailash Satyarthi; el presidente de Microsoft, Brad Smith; el reconocido economista Jeffrey Sachs y las superestrellas de K-pop BLACKPINK. Rol a través del cual se espera que potencie temas claves como la acción climática, la reducción de la brecha digital, la igualdad de género y la promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Ámbitos en los que se ha desarrollado y en los que se interesó siendo aún más joven.
“Estamos salvando al mundo”, le dijo un informático que estaba bloqueando un ciberataque cuando le preguntó en qué trabajaba. Hace más de diez años Valentina Muñoz (@chica.rosadita) estaba de visita en la oficina de su mamá y esa respuesta se le grabó en modo de vocación. “Esta idea de que podías salvar el mundo con tu trabajo fue lo que me llamó la atención, cómo amaba tanto lo que hacía para sentir que tenía un impacto así de grande en lo otros”, recuerda.
A partir de ahí fue encantándose con el mundo de la tecnología, convirtiéndose en programadora. Fue tricampeona regional, campeona nacional y mundial del concurso internacional de robótica First LEGO League y también se transformó en activista STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés). Fundó AMUJI, Asociación de Mujeres Jóvenes por las Ideas, una organización sin fines de lucro que busca reducir la brecha de género desde la escolaridad con un voluntariado 'de niñas para niñas'. Y fue parte de la discusión y apoyó la redacción de la primera política de Inteligencia Artificial en Chile.
Esto último fue un gran desafío para romper las barreras del adultocentrismo, “lograr establecer que las niñas entraran en política, creo que fue lo más desafiante porque fue muy duro. Llegamos buscando espacios que no existían, entonces tuvimos que construirlos desde cero”, señala. Agrega que lo que quería era “que supieran que las niñas sabemos de Inteligencia artificial y que tenemos voz al respecto. Quería que fuera una instancia en que se plasmara que las niñas queríamos estar ahí”.
Para Valentina era una declaración, en ese sentido cuenta que “fue súper importante el trabajo que hicimos desde AMUJI, conectar a niñas de todo Chile y entender que somos testimonio de algo que pasa en torno a las redes, la Inteligencia artificial, los derechos digitales y es importante que no se invisibilice esa realidad. Creo que el trabajo más bonito, fue lograrlo cuando todo el tiempo hay discursos que dicen: ´Es que las niñas no van a entender´, ´es que las niñas no saben de este tema o ´no les interesa´. Nosotras en solo un mes juntamos a 100 que sí estaban interesadas y que sí tienen cosas importantes que decir”, recuerda emocionada.
En el último tiempo ha recibido reconocimientos de InspiraTEC, Globant y fue parte de la última edición del Congreso Futuro. Como la defensora más joven de los ODS, quiere ser la voz especialmente de las niñas, para mejorar el diálogo intergeneracional en los lugares de toma de decisión y sentar las bases para establecer los derechos digitales en todo el mundo.
Considera que Chile puede ser un agente movilizador en la concreción de los ODS, señalando que: “puede ser un colaborador potente a nivel internacional hacia la Agenda 2030 de las Naciones Unidas”. Sobre la importancia de tomar acción en este ámbito, dice que “a veces se entiende como que los ODS le pertenecen a la ONU, cuando en realidad los ODS nos pertenecen a todas las personas, es un acuerdo global, entonces son acuerdos que uno también puede ir adoptando en su día a día. Creo que es importante que se entienda que es una forma de vivir, así como hablábamos de ´trabajar para salvar el mundo´, deberíamos hacer todas y todos cosas para salvar al mundo, para mejorar la forma en que en que interactuamos como humanos con nuestro entorno, entre nosotros/as y de todas formas.